Bye bye my babies

Después de un mes de venir a este mundo, mis hijos se han ido de casa... y lloramos, pero era inevitable.

Les cuento: mis papis estaban desesperados porque la campaña "adopta un hamster" no funcionaba y era imperativo buscarles un hogar a los peques porque al ser 15, menudo lío el que se armaba en casa: debido al frío todos (17 hamsters, 1 cobayo, 5 tortugas y 1 pez) permanecemos en la habitación de mis papis para estar calentitos, mami aseaba la casa 2 veces al día y aún así papi se quejaba del olor; inquietos como es su naturaleza, mis chiquitines no dejaban descansar a mis papis por sus peleas y juegos nocturnos.

Y para colmo, me escapo el sábado a la noche mientras mis papis disfrutaban de una película y me meto a con Kena y mis hijos para pasar una velada familiar... deducir que es lo que sospecha mami si tardó las 2 horas de la movie en percatarse de mi ausencia y con lo románticos que somos Kena y yo...

Así que hoy, tomó a mis chiquitines y los llevó a un acuario, que es donde venden a los de mi especie (¡cómo si fueramos acuáticos!), para suplicar los aceptaran porque en casa el ultimatum era de: o ellos o tú.

Y ha llorado, tanto por dejarles partir como por saber que es su responsabilidad cuidar de nuestra reproducción. No pesa a mami el cuidar de mis peques ni la inversión necesaria para que estén sanos y felices... le pesa el no poder conservarles y darles cariño hasta el último día de sus vidas.

A todo esto suménle que al fracasar la campaña "adopta un hamster", el albergue ya no recibirá la cantidad que se esperaba conseguir. Pero igualmente les haremos llegar la suma que obtuvimos del acuario.

¡Necesitamos abrazos aqui!

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